Es sabido que los muebles de madera necesitan un cuidado y mantenimiento particular para conservar toda su belleza natural. Al mismo tiempo, de acuerdo al tipo de madera que se trate, puede tener otra presentación que no sea la natural.
En ese sentido, a la madera se le puede aplicar una o más manos de pintura especial para maderas, barniz o laca. En cuanto a las pinturas para madera, en el mercado existen distintos tipos como por ejemplo esmalte sintético, pintura a la tiza y otras.
Por otro lado, el barniz es un producto que aporta brillo y protección a la madera. Existen distintos tipos de barniz, como por ejemplo el barniz marino. Otro producto para tratar la madera es la laca, realizada a base de resinas plásticas o sintéticas, que también ofrece protección y brinda un acabado ya sea mate o brillante a la madera.
En comparación con muebles de madera tratados con otro tipo de productos o sin ningún tratamiento, los muebles de madera laqueados:
- Brindan un aspecto elegante y sofisticado a los ambientes por el brillo que poseen, aportan luz y generan una sensación de mayor amplitud.
- Tienen una mayor duración y resistencia, la laca los protege de la humedad y de los insectos.
- Son más fáciles de limpiar y mantener, solo basta pasarles un paño seco, luego otro apenas humedecido con un poco de agua y jabón neutro.
- Son versátiles y personalizables, hay lacas de diferentes tonalidades y acabados. También se pueden combinar con otros materiales y estilos.
Qué es madera laqueada
Los muebles laqueados son los que poseen una capa de laca o de barniz que les brinda un aspecto brillante y liso. La placa protege los muebles de madera de posibles golpes, manchas y desgaste. Sin embargo, requiere de algunos cuidados para mantener la belleza y funcionalidad en todo su potencial.
A través de este tratamiento, la madera luce mucho más prolija estéticamente. Además, está protegida ante cualquier elemento que la pueda perjudicar. Colocando una capa de barniz o laca la madera recupera un aspecto mucho más delicado, profesional y confortable.
Para adquirir todas estas propiedades existen numerosas técnicas de preparación de la madera. Una de ellas es la del laqueado. Esta se consigue a través de la colocación de una capa de resina, que le otorga el acabado suave, luminoso y brillante tan apreciado en el mercado de la madera. Por medio del laqueado también se recuperan los detalles de las vetas de la madera.
Este procedimiento no solo se puede realizar sobre muebles de madera, sino también en aberturas y pisos. Aunque tiene muchos puntos a favor, los muebles laqueados necesitan ciertos cuidados para lucir en todo su esplendor.
En el caso de que sean muebles laqueados blancos, aportan un aspecto de profesionalismo y serenidad a los ambientes de una casa u oficina. Su luminosidad junto al brillo natural de este tipo de madera ofrecen un aspecto general de armonía.
No obstante, será un mueble de aspecto delicado que requerirá especiales cuidados al momento de su limpieza y mantenimiento. En ese sentido se debe tener en cuenta no aplicar elementos abrasivos al limpiarlos.
Algunos pasos a seguir para obtener resultados excelentes en su limpieza son:
- Pasar un paño de microfibra seca sobre el mueble para retirar todo el polvo depositado sobre la superficie.
- Luego aplicar una delgada capa de glicerina humedeciendo un paño o una esponja de textura suave.
- Esparcir la glicerina en movimientos rectos sobre el mueble laqueado, de esta forma se restituirá el brillo original del mueble laqueado.
- Si existen manchas producidas por grasas o aceite, luego de pasar el paño y retirar el polvo, se puede pasar un paño humedecido con amoníaco perfumado.
- Frotar el paño con amoníaco con suavidad sobre las manchas más grandes.
En general para limpiar muebles de madera laqueados se puede seguir el procedimiento que se detalla a continuación:
- Antes de comenzar la tarea de limpieza, preparar una solución de 500 ml de agua tibia con un tercio de taza de aceite de almendras.
- Colocar el preparado en un frasco con spray.
- Luego pasar un paño de microfibra sobre el mueble laqueado para quitar todo el polvo de la superficie.
- Aplicar sobre el paño de microfibra la solución limpiadora. No aplicar directamente sobre el mueble ni una cantidad excesiva de producto sobre el mismo.
- Pasar un paño suave seco para quitar todo exceso de líquido y dejar secar.
Cabe señalar que el aceite de almendras no es un producto abrasivo y por su composición natural permite devolverle el brillo natural a los muebles de madera. Al combinarse con el agua tibia elimina fácilmente los restos de grasa o de suciedad acumulada. Esta solución brinda muy buenos resultados otorgando una limpieza segura y eficiente.
En el caso de que los muebles laqueados sean de tonalidades oscuras, se debe tener en cuenta la tonalidad del material en sí y el estado en que se encuentra el mueble. En ese sentido, no es lo mismo limpiar superficialmente un mueble de este estilo a tener que eliminar manchas de diversas clases. Por ello, es fundamental saber cómo brindar un mantenimiento de calidad de acuerdo a cada necesidad.
Para muebles laqueados oscuros, se puede seguir el procedimiento que se detalla a continuación:
- Limpiar con un paño suave y seco toda la superficie del mueble para quitar el polvo.
- Luego, preparar una solución en base a 300 ml de agua, media taza de bicarbonato de sodio y tres cucharadas de aceite de linaza.
- Colocar la solución obtenida en un recipiente.
- Humedecer un paño de microfibra en la solución de limpieza y pasar suavemente por la superficie del mueble laqueado.
- Luego pasar a otro paño seco para retirar todo exceso de humedad.
De esta forma no solo se limpiará el mueble adecuadamente, sino que volverá el brillo original del laqueado. En el caso de que el mueble de madera laqueado presente manchas en su superficie, se puede aplicar una solución de agua diluida con un poco de alcohol con un paño suave de microfibra.
Para realizar una limpieza diaria de muebles de madera laqueada es conveniente pasar un plumero o paño seco sobre la superficie de manera tal de quitar todo el polvo que se deposita sobre él.
Generalmente los muebles se ensucian más al limpiar los pisos, ya que al barrer se levanta polvo que termina depositándose en los muebles. O también, si están ubicados cerca de ventanas o cortinas.
Para limpiar muebles de madera laqueada lo más recomendable es utilizar productos limpiadores específicos, que no sean abrasivos. No obstante, también es recomendable utilizar productos naturales como el aceite de almendras o de linaza que rápidamente les devuelve el brillo original.
Si las manchas sobre el mueble laqueado no salen con ninguno de estos procedimientos o son manchas que llevan mucho tiempo, lo ideal es lijar la superficie del mueble con papel de lija fino. Luego de esto, limpiar bien la superficie para quitar todo rastro de polvillo y volver a pasar una o dos manos de laca sobre la madera lijada.
En el caso de que la superficie a tratar sea muy extensa o sea muy complejo de realizar el procedimiento, es conveniente llevarlo a un carpintero o restaurador de muebles especializado en este tipo de trabajos para así obtener los mejores resultados.
Algunos consejos para mantener en buen estado este tipo de muebles son:
- Mantener los muebles laqueados blancos alejados de fuentes de luz natural o artificial.
- No aplicar diariamente productos de limpieza a los muebles, pasar un paño suave para quitar el polvo será suficiente y no lo expondrá al contacto excesivo con la humedad.
- Si se utilizará amoníaco para quitar manchas de grasa, cuidar que los ambientes estén bien ventilados.
- En el caso de tener que lijar y lacar nuevamente un mueble, contactar con un especialista que brinde asesoramiento, buscar tutoriales en internet que expliquen cómo hacerlo o directamente derivar el trabajo a un profesional.
Para este tipo de muebles de madera, con tratamiento de laqueado, es conveniente aplicar cada tanto una capa de cera o pulimento especial para muebles laqueados. Siempre es recomendable, para estos casos, seguir las instrucciones del fabricante.
Cabe señalar que la aplicación de esta clase de productos es ideal para preservar el brillo y suavidad de las superficies. A su vez, dilata o previene su deterioro por efectos del uso o simplemente del paso del tiempo.
Otra medida a tener en cuenta para el cuidado de este tipo de muebles, es protegerlos de la exposición directa al sol, al calor o a la humedad. Estos factores pueden incidir en cambios de color, la aparición de grietas o directamente pueden llegar a deformar el mueble. Para mantenerlos en buenas condiciones es recomendable, en lo posible, ubicarlos en espacios con una humedad y temperatura moderados. Si están en el exterior o próximos a la intemperie, de forma permanente o temporal, es aconsejable colocarles protectores o fundas que los proteja de los efectos indeseados.